La cama y su influencia en
el matrimonio
Sabemos
que una parte muy importante del matrimonio o la relación de pareja descansan
en la cama.
Las
relaciones íntimas de una pareja no hacen un matrimonio, pero las relaciones
insatisfactorias pueden destruir un matrimonio o relación de pareja.
Cuando
se habla entre mujeres es muy frecuente dar consejos como por ejemplo: −Debes
hacer todo lo que el quiera− o –Complácelo y aprende todas las mejores cosas
para que no mire a otra o lo separes de su amante.
En
realidad son consejos que no funcionan o que si funcionan un rato va a llegar el
momento en que perderán efectividad.
Primeramente
como seres humanos debemos ser auténticos, no podemos vivir para complacer a
otra persona, dejando de lado nuestros deseos y propia personalidad y si lo
hacemos llegara el momento en que nos cansamos y vamos a mostrarnos tal y como
somos, en este momento lo que hemos obtenido fingiendo ser quien no se es lo
vamos a perder.
Por
eso para que la influencia de la cama en
el matrimonio o relación de pareja sea benéfica, se debe llegar a acuerdos.
Hablar con honestidad así nos sintamos inseguros y apenados.
Antiguamente
si una mujer demostraba el deseo sexual con su pareja era catalogada como
promiscua o una mujer ligera que no tenía valor. Hoy en día esos pensamientos
prevalecen en la mayoría de los hombres y les encanta que la pareja sea pasiva
y no muestre o pida lo que le agrada en los momentos íntimos.
Esta
mala actitud de hombres y mujeres que tiene raíces muy profundas es muy difícil
de cambiar y muchas veces las parejas viven una vida a medias, teniendo la
oportunidad de disfrutar de una relación armónica y completa dentro y fuera de
la cama.
Cuando
el hombre es de sanas costumbres sexuales, le gusta tener buenas relaciones y
se frustra con una mujer que no sabe complacerlo o viceversa.
Es
bueno ir adquiriendo una clase de confianza muy diferente a la sexual que se
llama intimidad y comunicación. Cuando se alcanza un grado de intimidad y buena
comunicación ambos van a encontrar el placer en sus respectivos conyugues y no
va a dar cabida a que terceras personas dañen la relación que se tiene.
El
amor a medida que pasa el tiempo cambia y el deseo va menguando y también pasa
por diferentes etapas, pero siempre va a crecer y madurar en la medida que las
personas quieran tener una buena relación de pareja y esto va a dar como
resultados hijos sanos.
Pero
nunca se deben aceptar situaciones en el lecho conyugal que desagraden o que
causen emociones dañinas. Todo lo relativo a la vida sentimental y sexual de
las personas debe ser de común acuerdo para que no haya daños emocionales o se
den casos de abuso como sucede muchas veces.