Negociar con tu pareja

¿Cómo aprender a negociar con tu pareja?

Siempre las mujeres terminamos en el papel de amas de casa a medio tiempo y el hombre generalmente se escapa de todas las labores del hogar, con algunas excepciones.

Algunos hombres durante su soltería no mueven una paja como se dice o no recogen siquiera el plato donde comen, debido a que la madre hace todos estos menesteres y no les dan ninguna tarea para realizar.

Esto hombres cuando tienen pareja son excelentes compañeros y colaboran en todo para que el hogar funcione y la mujer pueda estar más relajada y cumplir con todas sus obligaciones o quizás siga igual en su rutina de no hacer nada y que la compañera realice todos los deberes.

También los hay que ayudaban mucho en su anterior convivencia o cuando vivían solos y cuando conviven con una pareja no hacen nada de nada,  aunque parezca extraño en todos los lugares del mundo las mujeres en casi todas las relaciones se latinizan y tienden a hacer todo en el hogar, por muy independientes que hayan sido en su soltería.

Hay hombres y hombres, pero lo más importante es reconocer cuando nos equivocamos y terminamos en las manos de un flojo al que hay que empujar para que haga cualquier labor por mínima que sea en el hogar.


¿Cuáles son las estrategias que debemos utilizar para lograr que nuestra pareja colabore?

La primera regla es no impacientarse, perder la paciencia desde antes de negociar las ayudas en el hogar es perder la batalla sin haberla comenzado.

La segunda regla es pedir y pedir más de lo que esperamos que la pareja realice, para que termine haciendo lo que en realidad queremos que haga.

La tercera regla es crear la necesidad, cuando las personas nos vemos enfrentadas a situaciones que requieren respuestas urgentes, recibimos respuestas urgentes.

Combinemos la regla uno con la tercera regla y obtendremos buenas respuestas. Si nos impacientamos o no tenemos la paciencia necesaria para dejar que el desastre alcance a nuestra pareja, nunca vamos a obtener la respuesta que esperamos; porque vamos a realizar las labores y no va a tener que hacer nada.

Hay diferentes formas de crear necesidad en las personas y si convivimos lo suficiente con una persona conoceremos sus puntos débiles y podemos afirmarnos en ciertas estrategias para obtener la ayuda necesaria.

Una relación de pareja en el hogar es de dos y cuando se comparten las labores hogareñas para mantener todo en orden y no terminar cansadas, estresadas y llenas de resentimiento la mejor opción es compartir ‘lo que se llama ser ayuda idónea’.


Realizar los quehaceres domésticos entre dos va a formar una unidad fuerte, que comparte, que se ríen juntos, aman juntos y siempre van a estar compartiendo todo. 


Estrés en relaciones de pareja

Fuentes del estrés en las relaciones de pareja

En las relaciones de pareja hay muchas circunstancias estresantes y algunas de ellas, son la salud, el dinero cuando no alcanza para pagar todas las cuentas o también cuando se trabaja mucho crea un estrés en las relaciones de pareja.

Para todo hay solución especialmente si hay una buena comunicación

Si tenemos una buena comunicación con nuestra pareja, vamos a compartir las preocupaciones y va a haber un compromiso más fuerte que nos ayude a superar la situación estresante que se vive.

Cuando la persona con la que convivimos nos trata de forma grosera, con sarcasmos y nos critica, no nos da el lugar que corresponde como persona, valorándonos como se debe, debemos buscar más en el fondo la causa del problema.

Cuando ambos pueden hablar y ser escuchado el uno del otro, teniendo ambos la misma importancia, sin que uno solo tome el control, las cosas van a marchar y todo encontrara un camino menos difícil para solucionar los problemas y estrés que se tiene.

Aparte de comunicación también necesitamos espacio, autonomía para tomar ciertas decisiones y no perder nuestra valía, autonomía, autoestima. Hay actividades que nos gustan realizar solos, sin la pareja, respirar en soledad ciertos gustos o deportes, quizás algún arte, salir de compras sin sentirnos vigilados.

Muchas veces nos sentimos inseguros en una relación, vivimos al borde, en continua preocupación de si estamos actuando bien, si tenemos la culpa de lo que sucede o que es lo que estamos haciendo mal y en realidad no estamos haciendo nada mal, solo estamos siendo abusados por una pareja dominante, controladora y celosa.

Cuando la pareja no escucha lo que decimos o no lo toma en cuenta, si nos critica, esto hará que nos sintamos estresados, desmotivados y muy mal.

Debemos tener habilidades para escuchar a nuestra pareja, lo que nos expresa, lo que nos quiere decir. Cuando estamos a la defensiva, agresivos  o muy emocionales las demostraciones de afecto y el apoyo que nos puedan brindar desaparecen.

Especialmente la ira debilita la relación, cuando la ira aparezca lo mejor es separarse, irse de la habitación hasta que a la otras persona se le desaparezca la ira y este más calmada.

Cuando cada uno quiere una cosa y hacen una batalla campal de quien quiere que, no se resolverá fácilmente la cuestión y comienza a sembrarse la división, la amargura y el resentimiento.

Es mejor aprender habilidades para enfrentar estas situaciones de estrés y aprender a plantear los problemas de una forma calmada, suave, sin irritaciones para tener una mejor convivencia y demostrar que se tiene la razón.

Equilibrar si es tan importante ganar o ceder terreno por el bien de la relación, sin que esto se vuelva una constante, porque quiere decir que la relación no está fusionando.

Cuando amamos vamos a poder entender el porqué de ciertas situaciones y preocupaciones que son subyacentes y construir una solución a largo plazo es lo más sano, así esto requiera ayuda.

Es inevitable que en la vida se presenten estas situaciones que causan estrés, pero aprendiendo habilidades para mantener una relación de amor y apoyo con su pareja en medio de las diferencias se mantendrá la relación sana y fuerte por muchísimo tiempo.