Relaciones personales

Cuando sentimos que el mundo entero nos rechaza

Muchas veces sentimos que nadie nos comprende nadie nos quiere y todos nos rechazan, debemos hacer un alto y preguntarnos varias cosas que nos ayudaran a entender nuestra necesidad de afecto y que nos valoren los demás.


Como entender nuestras propias motivaciones  y aceptarnos tal como somos

El primer punto que debemos considerar es que nuestra propia aceptación es una forma de percibir la aceptación de los demás. Cuando nosotros nos valoramos y nos sentimos felices los demás reciben esa felicidad, alegría y nos aceptan en la misma forma,  pero cuando tenemos una falta de valoración propia o muchas veces nos sobrevaloramos, los demás también lo perciben y actúan con rechazo y falta de aceptación.

Cuando  comprendemos que la poca valoración que nos dan los demás es causada por el mismo sentimiento propio de tener la autoestima baja y no amarnos lo suficiente dejamos de culpar a los demás y comenzamos a cambiar la actitud.

El mundo te ve en el reflejo que tú mismo das. Hay tiempos en la vida de las personas que por diferentes circunstancias y problemas se tienen en poco y no logran levantar los ánimos y salir adelante, especialmente en las relaciones familiares y afectivas, se debe buscar solución a esta mala actitud personal y tratar de estar con aquellas personas que son comprensivas y saben dar afecto.

Debemos tener en cuenta que en la vida hay personas egoístas, que se centran en ellas mismas y no comparten. En la necesidad de los demás desaparecen y cuando ellas necesitan buscan nuestra compañía. Debemos huir de las personas que tiene poca calidad moral y espiritual, que no saben alimentar las diferentes clases de relaciones que se mantienen, no son únicamente las relaciones amorosas, sino también las de amistad.

Nunca seremos felices si esperamos cimentar esa felicidad en la aceptación y valoración de los demás. Debemos buscar el verdadero valor propio en nosotros mismos, no podemos dejar que nos afecten las formas en que nos tratan los demás, de est5a forma nunca vamos a ser asertivos y estaremos perdiendo nuestra libertad de tomar decisiones propias.

Debemos saber que nunca controlaremos el comportamiento de las otras personas, esto cambiara de forma radical nuestra vida y subirá nuestra autoestima.

Cada quien tiene su propia vida y libre albedrío,  no tiene ningún sentido de valor real que nuestra valía personal este basada en las muestras de aceptación o buen trato de los demás.  Debemos esforzarnos para que nuestra valía provenga de nosotros mismos, de nuestros propios sentimientos de aceptación y equilibrio emocional.

No podemos dar lo que no tenemos y tampoco recibir de los demás lo que no damos. Hay un proverbio popular que dice: ‘Trata a los demás de la misma forma en que esperas ser tratado’, cuando esperamos que nos valoren y nos admiren estamos siendo desconsiderados y siendo egoísta pensando solo en nosotros mismos.

Muchas veces tenemos poca consideración de las demás personas y no alcanzamos a recibir consideración y mucho menos aprobación.  Esperamos lo que somos incapaces de hacer por los demás ¿Acaso seremos capaces de valorar y amar a quien no nos valora y mucho menos nos ama? Esta es una ley natural que para recibir hay que dar, hay que servir.

Cuando amamos con sinceridad, respetamos los derechos de las demás personas, especialmente aquellos derechos que son emocionales y espirituales, valoramos la familia de las demás personas, sus realizaciones y mantenemos esa línea de privacidad que todos debemos tener sin interferir en las decisiones personales de los demás, vamos a recibir lo mismo.